Tras las primeras experiencias sonoras de la Warner, y especialmente tras la exhibición de la primera película considerada sonora, El cantor de jazz (1927), de Alan Crosland, el sonido provocó una reacción en cadena, desde los estudios hasta las salas de proyección, influyendo en la producción, en la creatividad y en la repercusión social de las estrellas.
El sonoro fue providencial para un género, el cine musical. Durante esta época destacaron los sobrecargados trabajos coreográficos de Busby Berkeley para la Warner, la pareja Fred Astaire-Ginger Rogers fue la más aplaudida (Sombrero de copa, 1935) de la RKO, mientras que la Metro Goldwyn Mayer conducía al estrellato a Jeanette MacDonald, Nelson Eddy y Eleanor Power.
El western vivió uno de sus momentos de transición, cifrado en los trabajos de Raoul Walsh (La gran jornada, 1930), Wesley Ruggles (Cimarrón, 1931), Henry Hathaway, King Vidor y, por encima del resto, John Ford, quien al finalizar la década dejó su sello inconfundible en La diligencia (1939).
Apatir de aqui, se empezaron ha producir muchisimas peliculas, que seguro que nos resultan conocidas y algunas de ellas, han sido importantes en el cine. Aqui les pongo algunas bastantes conocidas:
-Los hermanos Marx: el grupo de hermanos que nos hacian sonreir y reir en sus peliculas.
-Dracula, la primera, que sirvio para hacer varias adaptaciones que seguramente conocemos.
Espero que esta información les resulte interesante.
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